La Puerta de Jerez es uno de los accesos históricos a la ciudad de Tarifa, construida en el siglo XIII como parte de las murallas defensivas. Hoy en día es un símbolo icónico de la ciudad, que da la bienvenida al casco antiguo con su arquitectura de estilo árabe. Es un lugar ideal para comenzar el recorrido por el centro histórico.
La Calle Comendador es una de las arterias principales del casco histórico de Tarifa, famosa por su arquitectura tradicional y su ambiente vibrante. Aquí encontrarás tiendas, bares y cafeterías con encanto, que muestran la esencia andaluza de la ciudad.
Es ellugar perfecto para disfrutar de un paseo por el centro y conocer la vida local.
Situado en una colina, el Castillo de Santa Catalina es una fortaleza del siglo XX que ofrece una vista panorámica espectacular de Tarifa y el Estrecho de Gibraltar. Aunque originalmente fue diseñado como una torre defensiva, se ha convertido en un mirador popular que permite observar tanto el Atlántico como el Mediterráneo.
La Isla de las Palomas es el punto más meridional de Europa, separando el Atlántico del Mediterráneo. Conectada por un estrecho paso, es un lugar único para contemplar las aguas de ambos mares y observar aves migratorias. Aunque la entrada está restringida, la vista desde el istmo es impresionante.
Ubicadas cerca de Tarifa, las ruinas de Baelo Claudia son uno de los sitios arqueológicos romanos más importantes de España. Este antiguo asentamiento romano conserva un teatro, un foro y templos, ofreciendo una visión fascinante de la vida en la antigüedad. Es un lugar perfecto para los amantes de la historia.
Este castillo medieval, construido en el siglo X, ha sido testigo de numerosos episodios históricos. Desde sus murallas, los visitantes pueden disfrutar de una vista privilegiada del estrecho de Gibraltar. Es un símbolo de la resistencia y la rica herencia cultural de Tarifa.
Las Dunas de Punta Paloma son una maravilla natural ubicada a pocos kilómetros de Tarifa. Esta impresionante duna de arena blanca, formada por el constante viento del Estrecho, es un paisaje único y perfecto para los amantes de la naturaleza. Desde la cima de la duna se pueden contemplar vistas espectaculares del Atlántico y del paisaje costero de Tarifa. Es un lugar ideal para quienes desean disfrutar de la tranquilidad y la belleza natural de la región.
Este parque natural marítimo-terrestre entre Algeciras y Tarifa ofrece paisajes impresionantes y una rica biodiversidad. Sus senderos y miradores permiten a los visitantes explorar la flora y fauna únicas de la región, rodeados del majestuoso Estrecho de Gibraltar.
Colindando con el Parque Natural del Estrecho, este parque alberga la mayor masa de alcornocales de España. Sus ríos, arroyos y embalses crean un ambiente mágico, donde la naturaleza intacta y frondosa ofrece tranquilidad y paisajes extraordinarios.
Es una pequeña playa junto al casco antiguo de Tarifa, situada en el lado del muelle que lleva a la Isla de las Palomas. Con arena dorada y aguas tranquilas, protegidas por el puerto y la isla, es perfecta para días de viento fuerte. Aunque cerca de la ciudad, conserva un carácter seminatural, ideal para relajarse y disfrutar del Mediterráneo.
La playa de Los Lances es una de las más emblemáticas de Cádiz, destacada por su longitud, arena fina, y aguas turquesas. Se divide en dos partes:
La playa de Valdevaqueros es un icónico punto de encuentro para kitesurfers y windsurfistas, y una de las más visitadas de Tarifa. Con un ambiente surfero, la playa cuenta con escuelas y chiringuitos populares como Tangana, Volare, Bibo y Tumbao, ideales para relajarse con música en directo y amplias zonas de césped.
A pocos metros se encuentra la gran duna de Punta Paloma, ofreciendo vistas espectaculares. Con su amplitud, Valdevaqueros mantiene un ambiente tranquilo, y caminando hacia la duna, se encuentran calas naturales y más espacios solitarios ideales para relajarse.
La Playa de Bolonia, situada en Cádiz, es uno de los rincones más espectaculares de España. Su entorno natural destaca por sus aguas cristalinas, arena blanca y su famosa duna, una formación de más de 30 metros que ofrece vistas panorámicas inigualables. Desde la cima se divisan extensos pinares, la playa infinita y el océano Atlántico; en días claros, incluso se puede ver la costa de Marruecos. Además de su belleza, Bolonia alberga las ruinas de Baelo Claudia, una antigua ciudad romana que añade un valor histórico y cultural único, convirtiendo la visita en una experiencia completa y memorable
La playa del Cañuelo es un rincón escondido en Cádiz, ideal para quienes buscan desconectar de la ciudad. Esta cala virgen, situada entre las playas de Los Alemanes y Bolonia, solo es accesible a pie, lo que preserva su encanto natural. En el Parque Natural del Estrecho, carece de servicios y depende de la responsabilidad de los visitantes para su conservación. Con su arena dorada y aguas cristalinas, el Cañuelo es un lugar perfecto para relajarse en plena naturaleza y disfrutar de la serenidad que solo un entorno tan puro puede ofrecer.
La playa de Atlanterra, también conocida como playa de los Alemanes, es un hermoso tramo costero entre Zahara de los Atunes y Tarifa. Ubicada junto a la playa del Cañuelo, recibe su nombre de la urbanización cercana. Destacan sus aguas azules, arena dorada y su amplitud, con 2.900 metros de longitud. Su sistema de dunas proporciona privacidad y un ambiente más natural, resguardándola de las construcciones y ofreciendo un espacio ideal para disfrutar de la tranquilidad y belleza del entorno.
Hay muchas actividades que puedes realizar en Tarifa, a parte de las conocidas acuáticas como Windsurf, Kitesurf y Surf, hay una infinidad de ellas que aquí os listamos:
La historia conocida de Tarifa nos lleva hasta la Edad de Piedra antigua, hasta el Paleolítico, al que corresponden los primeros restos arqueológicos encontrados en las numerosas cuevas, más de 60, repartidas por la zona. Entre ellas cabe destacar la Cueva de las Palomas, con importantes pinturas de escenas de caza, y la Cueva del Moro, con pinturas de bisontes incluso anteriores a las de la Cueva de Altamira.
El nombre de Tarifa proviene del árabe Al Yazirat Tarif (Isla de Tarif) en conmemoración del desembarco en el año 710 del comandante Tarif Abu Zara en la actual Isla de las Palomas (hoy unida al continente). Hay otras versiones, pero mitológicas, como la de un tal rey Tago, que habría fundado la ciudad dos mil años antes de nuestra era y dio nombre a la ciudad.
A mediados del siglo I, y bajo el dominio romano, la actual población de Bolonia, entonces Baelo Claudia, adquirió gran importancia en la industria pesquera y de comercio con el norte de África, llegando a ser municipio romano. El dominio del imperio se extendió hasta el siglo IV, y Baelo Claudia fue abandonada a sus suerte. Casi se puede decir que fue desapareciendo, hasta que en tiempos recientes y gracias a la arqueología, empezó su redescubrimiento, que todavía no ha terminado totalmente.
En la Edad Media la ciudad de Tarifa estuvo alternativamente en poder de los musulmanes y de los cristianos, hasta que en 1340 se libró la Batalla del Salado en la que los musulmanes fueron definitivamente vencidos. La ciudad tenía entonces alrededor de 9.000 habitantes.
Cuando el Reino Unido tomó el control de Gibraltar de acuerdo con los Tratados de Utrecht en 1.717, Tarifa fue guarnicionada y fortificada por los Británicos. Las murallas de la ciudad habían sido construidas entre los siglos X y XII, pero la reconstrucción más importante se llevó a cabo en el siglo XVIII.
Las tropas de Napoleón fallaron en su intento de vencer en 1.812 la resistencia tenaz de Tarifa. La pequeña ciudad costera había sido ocupada por una guarnición británica a principios de 1.811. En Diciembre de ese año, se instalaron en Tarifa 4.000 soldados hispano-británicos, ya que la ciudad sólo tenía unos 3.000 habitantes en aquel momento, y defendieron la ciudad ante 12.500 soldados franceses. Las tropas hispano-británicas y pudieron detener las cargas de los franceses, que tuvieron que rendirse por falta de alimentos y de moral. Una inscripción que se puede leer en la Puerta de Jerez recuerda los hechos y la reparación de la muralla.
Hasta hace alrededor de treinta años, Tarifa era predominantemente un pueblo pesquero. Sin embargo, todo cambió cuando, en los años 80, los primeros windsurfistas descubrieron la ciudad y sus vientos, e introdujeron el turismo deportivo, que ahora es la principal fuente de actividad económica de la zona. El puerto ya ha dejado de ser sólo pesquero y hoy día un gran número de ferrys salen y llegan en sus constantes trayectos de 35 minutos a Tánger. Por otra parte, la población foránea, nacional y extranjera, sigue creciendo de año en año; muchas personas eligen libremente trasladar su vida a esta excepcional zona, atraídos por sus costas, sus vientos, sus paisajes, sus gentes, sus atardeceres…
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